
Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile presenta sus avances en la preparación para una emergencia sísmica
A fines de octubre se presentó el “Reporte sobre el Estado de Avance y Nivel Operativo de la Red Sismológica Nacional para informar a la Comisión Mixta de Presupuesto y a la Dirección de Presupuesto“, en donde se da cuenta de lo realizado en torno a las acciones, equipamiento e instrumentos para lograr una mejora sustancial ante una eventual crisis sísmica.
El 28 de diciembre de 2012, se dio paso a uno de los acuerdos que marcarían un nuevo hito en la historia de la sismología en nuestro país. La Universidad de Chile y la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, firmarían un Convenio de Colaboración que entró en vigencia el 22 de marzo de 2013 y que, por un lado, busca fortalecer la Red Sismológica de esta Casa de Estudios y, por otro, establecer comunicaciones robustas y nuevas estaciones de la Red Sismológica Nacional.
Dada la sismicidad histórica y recurrente en nuestro país, se entendió la importancia de contar con mecanismos e instituciones especializadas, que puedan desarrollar un monitoreo constante y en tiempo real para así, frente a crisis sísmicas, poder reaccionar a tiempo y tomar las decisiones adecuadas para el bien de la población.
Con este objetivo, la Universidad de Chile creó el Centro Sismológico Nacional (CSN), con la misión de monitorear y llevar un registro sísmico a lo largo de todo Chile, para así entregar la más completa información sismológica que afecta al país, poniéndola a disposición de autoridades y, en especial, a aquellos entes encargados de mejorar las normas de diseño sismo-resistente de edificios y construcciones. El Centro continúa avanzando en las tareas de fortalecimiento de su Red Universitaria y en los aspectos de comunicaciones e instalaciones robustas, trabajando de forma permanente, monitoreando los sismos en turnos de 24 horas siete días a la semana, con el fin de responder oportunamente ante cualquier evento.
Monitoreando el paso a paso
Con los recursos del Gobierno a través de la ONEMI, se han incorporado siete nuevas estaciones de las diez comprometidas por convenio, y la revisión de 21 de las 24 estaciones construidas por la Oficina Nacional. Al mismo tiempo, se han instalado 26 estaciones provisorias en la Región Metropolitana para la realización de pruebas de comunicaciones y de los equipos sismológicos adquiridos para despliegues rápidos en crisis sísmicas. Y en esta misma línea, a fines de enero de 2014 se concretará la instalación de los servidores y la remodelación del Data Center (Centro de Datos), para robustecer la descarga, respaldo, análisis y distribución de la información.
El Convenio también contempla la instalación de nuevo equipamiento. El Centro Sismológico Nacional ha instalado y conectado seis estaciones de seis componentes en Valparaíso, en lugares como las Universidades de Concepción y Adolfo Ibañez, en Isla Mocha, Valparaíso y otros. Estas estaciones están compuestas por banda ancha y un acelerómetro con tres direcciones de movimiento cada uno. También se han conectado otras seis, construidas e instaladas por la ONEMI en Copiapó, Combarbalá e Isla de Pascua.
Esta colaboración implica la incorporación a la Red Sismológica de al menos 30 acelerógrafos, que son instrumentos de movimiento fuerte para la evaluación rápida y oportuna del tamaño y localización de un sismo, y para caracterizar la distribución de las aceleraciones en la zona más afectada, permitiendo crear rápidamente mapas de movimiento fuerte o Shakemaps. Son 297 acelerógrafos los contemplados en el plan de adquisición de equipamiento, se encuentran actualmente siendo instalados por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) y algunos de ellos serán conectados mediante internet bajo un proyecto auspiciado por ONEMI, sin la consideración de enlaces robustos de comunicación que permitiesen distribuir los datos de manera inmediata y permanente durante la ocurrencia de terremotos de importancia.
Bajo este escenario, la Universidad de Chile requiere examinar la posibilidad de reubicar algunos de estos instrumentos, así como las formas y mecanismos de transmisión remota para que, los 30 acelerógrafos contemplados, puedan ser incorporados a la Red -si es que éstos cumplen con los requisitos mínimos- y responder en forma eficiente a los requerimientos del país.
Por otra parte, entre julio y octubre de este año, se han instalado instrumentos GPS en las siguientes estaciones: Quellón, Mamuil Malal, Isla Mocha, Pan de Azúcar, Aeropuerto de Copiapó, Minera Guanaco, Tierra Amarilla y Hualañé.
Estrellas y satélites que comunican
En el informe presentado en abril de este año, se dio cuenta del trabajo que se está realizando para poder contar con tres hubs satelitales que le den robustez al sistema de comunicaciones. Dos de ellos serán instalados en las dependencias del Centro Sismológico Nacional, en la Universidad de Chile, y un tercero fuera de él, para introducir redundancia al sistema.
En la actualidad, lo que se busca es contar con tres líneas de contención en comunicaciones. La primera de ellas correspondería a una red de topología estrella que llega a alguna empresa del rubro de comunicaciones, o bien, a través de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), y desde ahí trae las señales hasta el CSN. Una segunda opción es un enlace punto a punto a un hub fuera del CSN y, a través de esta conexión, la incorporación de 21 estaciones sismológicas completas. Y, por último, se evalúa también incluir comunicaciones robustas con un 99,9 por ciento de operatividad, que involucrarían 19 sitios remotos, constituyendo la columna vertebral de nuestra sistema, y la línea de contención ante un evento mayor.
Uniendo fuerzas
Se le ha dado especial importancia a las instituciones que forman parte de la red de emergencia nacional: la Oficina Nacional de Emergencia, ONEMI y el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada, SHOA. Así, se han establecido protocolos para un actuar en conjunto frente a eventuales emergencias que surjan producto de terremotos y posibles tsunamis. Uno de ellos es un protocolo de comunicación de la información entre la ONEMI y el CSN, que define un glosario de términos comunes para ambas instituciones al momento de ocurrido un evento sísmico. Adicionalmente, define quiénes son los representantes oficiales e incluye la manera de traspasar la información de una institución a otra.
Al mismo tiempo, se está discutiendo un borrador del protocolo que abarcará a los tres organismos: ONEMI, SHOA y CSN. Éste busca establecer los procedimientos de actuación y comunicación, y consiste principalmente en la integración del CSN al protocolo que ya existe entre la ONEMI y el SHOA.
Con estas medidas, el Centro Sismológico Nacional de la Universidad de Chile, en conjunto con las instituciones encargadas de proteger la vida de las personas, buscan mejorar las políticas públicas para alcanzar el bien común e ir desarrollando medidas eficientes para la emergencia en materia sísmica.